Punta Brava, La Habana-22-03-11.
Hace tiempo estoy por escribir un post sobre alguien que estimo y respeto en mi barrio. Me refiero a José Quintana y Pérez, ilustre personaje que desde muy temprana edad se sumergió en la adicción del alcohol. De su razones lo único qué sé por los propios socios de cantina es qué fue por puro placer. Hasta el momento éste jabao- que peina canas y camina de medio lado- es de los pocos que él vicio de la guafarina y la chispa colada no lo ha hecho olvidar de los valores mas intrínsecos como ser social.
Hace unos días sus sinceras y llanas palabras me volvieron a conmover. Había cruzado espadas con un agente de la policía secreta por su ferviente activismo en el proyecto Voces del Barrio.
Mientras lo escuchaba, varios escenarios se desdibujaban en mi clara memoria. José ni remotamente podría imaginar por cuantos sin sabores y malos ratos he tenido que pasar por defenderlo ante tanta gente hipócrita que lo juzga por ser un marginado de la sociedad. Claramente toda está- manada de avestruces usan éste subterfugio para esconder su cobardía ante el empuje ciudadano que le sobra al denostado José para encarar el futuro.
Desdelapuntabrava.com 